Allá por la década de los 70 existía una PUERTA en el frontón pequeño, debajo de las escaleras que daba paso a un cuarto (por llamarlo de alguna forma) donde el Hno.Félix y su llave guardaban con gran recelo los balones de Baloncesto.
En aquel frontón y por aquellos años, nos hicieron las pruebas de acceso a los equipos de Minibasket. Recuerdo cómo subíamos las escaleras de caracol que daban acceso a otra PUERTA; la de la sede del C.B.Maristas, para intentar ver desde fuera los que habían sido seleccionados para empezar a entrenar en el equipo del cole.
Y allí estábamos la mayoría de los que años más tarde, allá por 1984 (18 febrero para más exactitud) nos convertimos en "aquellos locos bajitos" que creyeron y les hicieron creer que podían triunfar y se convirtieron en campeones juveniles de Navarra, dirigidos por su entrenador.
Todavía recuerdo la Final del Natación en la que no éramos los favoritos; la defensa de 3 en zona y 2 individual a los aleros de la Ikastola San Fermín (me tocó a uno de ellos), los gritos de ánimos de nuestros compañeros, profesores y familias y los escupitajos (también me tocaron unos cuantos) de muchos de los contrarios que cuando vieron que su equipo no podía ganar se dedicaron a esta actividad nada deportiva.
También tengo en la mente el posterior Sector de Bilbao donde nos aplastaron contundentemente pero aprendimos y nos lo pasamos bien aunque alguno (el que escribe) volvió con una neumonía que le hizo ir directamente al Hospital durante unas cuantas semanas.
Han pasado 30 años y esas PUERTAS en otros lugares, se seguirán abriendo.
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| Javier Lacasia |
