Génesis

En el principio…
“La Tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas.” (Libro del Génesis, 2).
Oscuridad, confusión y caos reinan en el baloncesto navarro. Huérfano de equipos de alto nivel, el deporte de la canasta en Navarra se aferra a los últimos puestos del ranking nacional.
Ninguna otra comunidad, salvo la ciudad autónoma de Ceuta, se encuentra en peor posición que la nuestra. Tras el intento fallido en chicas hace un par de temporadas, y desaparecido Alvecón Maristas ¿qué nos queda?
Más el viento fresco que aletea por encima de las aguas, nos ha traído a unos cuantos audaces, y ellos aportan la luz. Nuevos directivos, nuevos patrocinadores, o los mismos ¿qué mas da? Que arriesgan promocionando dos nuevas iniciativas muy prometedoras. Así, un equipo de LEB Bronce masculina y otro en Liga Femenina 2 están a punto de comenzar su andadura llevando el nombre y el buen hacer del baloncesto navarro allí donde disputen sus encuentros.

Y vio Dios que era bueno…
“Dijo Dios: ‹‹Haya luz, y hubo luz››. Vio Dios que la luz estaba bien y apartó la luz de la oscuridad.” (Libro del Génesis, 3 – 4).
La noche dio paso al día, Navarra dejó atrás la oscuridad y la luz inundó a todo su deporte de la canasta. Luz para ilusionarnos con dos proyectos significativos. Luz para los jugadores y jugadoras que pueden luchar por algo grande sin abandonar nuestra Comunidad. Luz para la cantera que podrá crecer representada en conjunto de categoría importante. Luz para los espectadores que verán desfilar por nuestras canchas a figuras llegadas de otras culturas (Estados Unidos, Europa del Este, etc). Luz, en definitiva, para todos aquellos que queremos que el baloncesto en Navarra llegue a las cotas más altas, y que nos unimos en dos sueños comunes.


Publicado en:
Revista 6’25 - Nº 12 (Junio 2007)
FEDERACIÓN NAVARRA DE BALONCESTO